La niebla

Era un martes como cualquier otro, pero el sol se escondía detrás de una niebla espesa. Caía una lluvia muy fina, imperceptible a la vista, como si fueran alfileres.

Mar se encontraba en su despacho mirando por la ventana, su aspecto sombrío parecía el reflejo del exterior. Sus pensamientos se perdían entre una neblina de tristeza.

De repente sonó el teléfono. Era su secretaria, tenia una visita.

Intentando recuperar la compostura, intentó recordar que visita tenia hoy. Pero no hubo manera, en su agenda tampoco tenia nada apuntado. Quién será?

Abrieron la puerta.

No podía ser, era él. Sus miedos más temidos se materializaron en una sola persona.

Lucas.

- Qué... qué haces aquí?

- Te he venido a buscar.

- No.

- No te resistas vendrás conmigo.

- Te dicho que no.

- No me importa, te llevaré conmigo quieras o no, incluso soy capaz de llevarte a rastras.

Mar intenta coger el teléfono para llamar a seguridad, pero él es rápido y se lo impide.

- Voy a gritar.

- Hazlo.

- Porqué...?

- Te voy a sacar de aquí aunque me odies.

- Yo quiero estar aquí! Es mi empresa.

- No es tu empresa, es de tu familia. Tu eres solamente un monigote, un títere a su merced, no eres nada...

- Y tu que me ofreces? Inseguridad? Empleos temporales? Trabajo basura?

- Aquí tienes todo eso.

- Y tu eres el que de verdad me quieres, que deseas lo mejor para mi? Eres un egoísta!

- Nunca me escuchas, yo no quiero separarte de tu familia...

- Y que estas intentado ahora?

- Te están manipulando, te ponen en contra de mi... de tu marido!

- No soy nada tuyo, como tu no eres mio.

- Te quiero.

Hubo un silencio.

- Yo también te quiero, pero tengo miedo.

- De mi?

- De todo, me da mido perderte pero también me da miedo perder a mi familia.

- Por favor, siéntate. Hablemos.

- De que sirve? Siempre nos peleamos.

- Ahora es diferente, te veo muy mal y no quiero perderte, aunque nuestro matrimonio se derrumbe.

- No quiero que nuestro matrimonio se acabe.

- Intento ser lo más justo posible, pero me lo pones difícil.

- Soy egoísta? Y tu? No lo eres?

- Por favor, intentemos hablar en vez de acusarnos continuamente.

- No has venido con intención de hablar, me querías obligar a irme!

- Lo sé, lo siento. Pero estaba muy enfadado, rabioso. Tu madre...

- Que le pasa a mi madre?

- Si te lo digo no me creerás, no confías nunca en lo que yo te digo sobre tu familia.

- Dímelo.

- Estas segura?

- Por favor.

- Tu madre me dijo que todo lo que intentara para sacarte de su influencia seria en vano, que en pocos días me pedirías el divorcio y me acusarías de malos tratos hacia ti y los niños. Que me ibais a sacar todo el dinero posible.

- No me lo puedo creer.

- Me enfadé tanto que por eso estoy aquí, quería sacarte lejos de su influencia porque te esta comiendo el cerebro. Te esta manipulando.

Mar se quedó en silencio.

- Por favor, Mar. Se que no me crees, pero no imagines cosas que no son. Te lo pido por favor. No te llevaré a ningún sitio si no quieres. Pero te lo pido, busca la verdad. No por mi, hazlo por ti. Te daré el divorcio si es lo que quieres, no te pondré ningún problema, pero por favor, te lo pido...

- Me quería suicidar.

- Como? Pero que dices?

- Hoy era el día perfecto, niebla, lluvia...

- No por favor, no lo hagas.

- Quería subir al tejado y tirarme desde ahí. Volar, quería volar.

Se ponen a llorar y se abrazan.

- Por favor cariño, no digas estas cosas... Lo podemos arreglar, lo arreglaremos.

- Estoy muy cansada de todo.

- Por favor, por favor...

- Te quiero.

- Yo también te quiero.

Entra la madre rabiosa.

- Se puede saber que estas haciendo aquí. No tienes ningún derecho de molestar a Mar. Mar... cariño, que te pasa? Te ha hecho alguna cosa?

- Señora, más daño le ha hecho usted. Se quería suicidar, lo entiende?

- Por favor, no... no se lo digas...

- Qué? Es verdad Mar?

- Yo... no... Dejadme en paz.

- Hija? Dime la verdad?

- Sí! Me quería tirar des de el tejado! Contentos?

-  Pero hija, que estas diciendo? Todo es culpa de este hombre, tienes que divorciarte ya! Fuera de aquí o llamo a seguridad!

- No me voy, sin su hija, no me voy.

- Mama, por favor... No estoy bien con toda esta situación...

- Tranquila, te daré vacaciones, unos cuantos días. Te vas al balneario... unos pocos masajes... y vuelves como nueva al trabajo. Todo solucionado.

Silencio.

- Solo te importa el trabajo, verdad?

- No hija, pero esta empresa nos permite mantener nuestro nivel de vida, sin ella no somos nadie. Seriamos personas simples viviendo vidas simples, sin el prestigio que nos abre las puertas a acontecimientos sociales internacionales...

Mar sale del despacho ignorando los gritos de su madre. Lucas va tras ella y la coge por el hombro, preocupado.

- Cariño. Espera. Dónde vas?

- Quiero irme a casa... contigo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La meva mosca i jo (1)

La meva mosca i jo (2)